¿Qué puedo hacer?
Hay niños(as) a los cuales les gusta tomarse la medicina y hay niños que no, a mi me tocaron de los dos lados. Al mayor me toco corretearlo por toda la casa y agarrarlo para que se tomara la medicina, por otro lado a mis otros dos hijos les encanta las medicinas o por lo menos desde pequeño se la tomaban sin protestar mucho.
La empatía es una prueba poderosa de cariño.
–Dorothy Corkille Briggs
De igual forma cuando los levanto en la mañana para ir a la escuela, el más pequeño es normalmente el primero que se levanta y a los otros les cuesta un poco más. ¿Qué podemos hacer como padres para mejorar estas situaciones?
Con las medicinas yo tuve que cambiar lo que le decía a mi hijo mayor. Antes le decía que la medicina sabía bien (lo cual no era cierto) y que debía tomársela rápido. Ahora le digo la realidad de la medicina si la medicina sabe a rayo le digo que la medicina esta asquerosa (ese es el termino que mis propios hijos utilizan) y les ofrezco una bebida que le pueda quitar el sabor rápidamente de la boca. También les recuerdo que el Dr. dijo que debían tomársela para poder mejorar.
Cuando eres empático, no tratas de cambiar los sentimientos de un niño.
–Dorothy Corkille Briggs
Resultado ya no corro por toda la casa para que se tomen la medicina, solo digo la verdad y entiendo que en efecto muchas veces la medicina puede no saber muy bien. Lo mismo pasa a la hora de despertarlos en la mañana. En vez, de despertarlos diciéndoles que deben estar llenos de energía porque durmieron toda la noche, les canto una canción ‘Buenos días amiguitos. ¿Cómo están?’ la canción continua con un ¡Muy bien!, pero yo la modifique y digo ‘Con sueño’ o ‘Cansado.’
Las peleas de la mañana desaparecieron a veces cuando se acuestan muy tarde, el más pequeño me pregunta ¿Cuántos días faltan para el día de descanso? Yo le contesto cuantos días faltan, ellos se van levantando uno a uno y se bañan para arreglarse e irse para la escuela.
En resumen, cuando aceptamos como realmente sabe la medicina o que nuestros hijos no quieren levantarse para ir a la escuela estamos aceptando sus sentimientos sin tratar de cambiarlos y eso hace que se sientan comprendidos y “la comprensión es el lenguaje del amor” –Dorothy Corkille Briggs.
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